Highlights 2025
Congreso Internacional
Medicina Biorreguladora de Sistemas
MICROAMBIENTE
Tratamiento de la IVU: Un Enfoque Terapéutico Multicomponente y Multifocal

Dr. Baltazar Guerrero
Médico Cirujano General y Epidemiólogico
El tratamiento de la infección de vías urinarias representa un verdadero reto clínico, me complace anunciar el lanzamiento de un innovador medicamento biorregulador, Ren-Heel, que analizaremos desde la perspectiva de la medicina biorreguladora de sistemas y veremos cómo puede aplicarse en la práctica clínica.
El proceso terapéutico orientado hacia la autorregulación es fundamental en el manejo de las enfermedades, especialmente en el ámbito de la red genitourinaria. Para favorecer la autorregulación, es esencial abordar tres pilares clave. El primero consiste en identificar y eliminar toxinas y agentes xenobióticos que desregulan la red, aplicando estrategias de detoxificación y corrigiendo deficiencias nutricionales, como las de vitamina A, D, cobre, magnesio y zinc, además de considerar el papel del microbioma en la salud genitourinaria.
El segundo pilar implica modular la red inmunológica y brindar soporte específico a los órganos involucrados, como la membrana basal glomerular y el podocito, sin olvidar la importancia del tejido linfoide asociado a mucosas y la interconexión entre los sistemas urinario, digestivo, respiratorio y cutáneo.

El tercer pilar se centra en la intervención farmacológica, donde los medicamentos bioreguladores deben cumplir con tres características: dosis bajas, acción multiobjetivo y multicomponente. Además, es crucial suplementar cofactores esenciales, como la vitamina C y el cobre, que suelen estar deficientes en estos pacientes. En este contexto, el medicamento Ren-Heel destaca por cumplir con estos criterios y contribuir a la reducción de la carga tóxica, favoreciendo la funcionalidad renal y, por ende, la autorregulación sistémica. La función renal, a través de la excreción, filtración, homeostasis y regulación hormonal, es clave para mantener el equilibrio fisiológico y la salud integral del paciente.
Esa función renal va a jugar un papel clave en la autorregulación, dadas sus características de excreción, filtración, homeostasis, la regulación de procesos fisiológicos como la presión arterial y asimismo el metabolismo y la secreción hormonal, la producción de eritroproyetina, vitamina B3, calcitriol dentro de otras.

La desregulación de la red genitourinaria conduce a procesos inflamatorios e infecciosos crónicos y recurrentes, como las infecciones del tracto urinario (ITU), que pueden presentarse en cualquier segmento del tracto y complicarse especialmente en hombres. Epidemiológicamente, las ITU son muy frecuentes, siendo la cistitis la presentación más común en mujeres, con una alta incidencia y recurrencia a lo largo de la vida.
Los antibióticos constituyen la primera línea de tratamiento, representando el 15% de las indicaciones de estos fármacos, y Escherichia coli es el principal agente etiológico, especialmente en infecciones recurrentes.
El éxito terapéutico depende de múltiples factores de riesgo, algunos modificables y otros no, como antecedentes de ITU, actividad sexual, uso de espermicidas, embarazo, condiciones anatómicas, deficiencia de estrógenos, enfermedades sistémicas como la diabetes y cirugías previas. La fisiopatología de la ITU implica la colonización y adhesión bacteriana, la formación de biofilm y el daño epitelial, procesos en los que medicamentos como Ren-Heel pueden intervenir de manera beneficiosa.
Además, la integridad de la membrana basal glomerular y de los podocitos es fundamental, ya que su daño puede llevar a endotoxemia y complicaciones sistémicas. Sin embargo, el organismo cuenta con mecanismos fisiológicos de autorregulación, como el pH y la osmolaridad urinaria, el flujo unidireccional, la actividad bactericida de la mucosa y la presencia de inhibidores urinarios de la adhesión bacteriana, que contribuyen a la defensa natural frente a las infecciones urinarias.

El tracto urinario cuenta con múltiples mecanismos de defensa frente a la colonización bacteriana, como la proteína de Tamm-Horsfall, oligosacáridos, mucopolisacáridos, hemoglobina A, péptidos antimicrobianos (defensinas y catecilinas), y proteínas que limitan el hierro disponible (lactoferrina, hipocalina), esenciales para inhibir la adhesión y proliferación de uropatógenos. Además, la respuesta inflamatoria local, las secreciones prostáticas y vaginales, y el equilibrio del microbioma, especialmente por la presencia de lactobacilos, contribuyen a la protección del tracto urinario.
Sin embargo, los uropatógenos han desarrollado mecanismos de virulencia como adhesinas, fimbrias y la capacidad de formar biopelículas, lo que les permite evadir la respuesta inmune, resistir antibióticos y persistir en el huésped. La formación de biopelículas crea un microambiente ácido y anaeróbico, dificulta la penetración de antibióticos y favorece la especialización bacteriana, incrementando la resistencia y la recurrencia de las infecciones.
El enfoque terapéutico debe considerar la capacidad de autorregulación del paciente. En casos graves, como pielonefritis séptica, es imprescindible el tratamiento convencional. Sin embargo, en pacientes con infecciones urinarias asintomáticas o con buena autorregulación, se puede considerar la monoterapia con medicamentos biorreguladores como Ren-Heel, que actúan en nanodosis y ejercen efectos horméticos a través de sus componentes dos vegetales, un animales y tres minerales. Este enfoque puede reducir el uso de antibióticos, minimizar la resistencia bacteriana y preservar el microbioma, ofreciendo una alternativa fisiológica y menos tóxica para el manejo de las infecciones urinarias recurrentes.

La medicina convencional ha evidenciado que el uso de dosis bajas de ciertos fármacos, como los glucocorticoides, puede ejercer un efecto hormético protector sobre la mitocondria y la célula neuronal, a diferencia de la toxicidad observada con dosis altas. Este principio es especialmente relevante en pacientes con infecciones urinarias recurrentes, quienes suelen presentar comorbilidades como obesidad, diabetes y resistencia a la insulina, lo que exige enfoques terapéuticos multiobjetivo y multicomponente.
En este contexto, los medicamentos de baja afinidad y multidiana facilitan la farmacobiabilidad, es decir, la capacidad de modular múltiples blancos genómicos con dosis bajas, una estrategia que ha sido explorada en el desarrollo de nuevos fármacos para enfermedades complejas. Un ejemplo de este enfoque es el medicamento biorregulador Ren-Heel, que integra seis componentes clave:
- Berberis vulgaris (agracejo): Su principal alcaloide, la berberina, posee efectos antiinflamatorios, inmunomoduladores, analgésicos y nefroprotectores. Inhibe la formación de biopelículas bacterianas, reduce la adhesión de uropatógenos, modula citocinas proinflamatorias (como la interleucina 6 y el factor de necrosis tumoral alfa) y actúa como antagonista de los lipopolisacáridos bacterianos. Además, la berberina ha mostrado beneficios en el síndrome metabólico, la obesidad, la resistencia a la insulina y la neuroinflamación.
- Serenoa repens (saw palmetto): Conocido por su uso en la hiperplasia prostática benigna, aporta ácidos grasos saturados e insaturados, fitosteroles y frontas inidinas, que le confieren propiedades antiinflamatorias, antiespasmódicas, analgésicas y diuréticas. Inhibe la migración de neutrófilos, la formación de biopelículas y mejora la función renal y los síntomas urinarios; capacidad antibiótica natural.
- Cántaris (Lytta vesicatoria, mosca española): Su principal componente, la cantaridina, tiene efectos antiinflamatorios, analgésicos, inmunomoduladores y bactericidas, con estudios que respaldan su uso en infecciones y procesos inflamatorios del tracto urinario.
- Óxido de aluminio: En nanodosis, este mineral favorece la respuesta inmune, estimula la formación de complejos antígeno-anticuerpo, la activación de células dendríticas y el complemento. Se elimina por vía renal, lo que le otorga tropismo para enfermedades de las mucosas genitourinarias.
- Cáustico en jane maniano: Mezcla de bifosfato potásico e hidróxido de calcio, con actividad catalítica que favorece la adhesión entre leucocitos y células endoteliales, protegiendo el endotelio renal y la nefrona.
- Óxido de plomo: Posee propiedades antimicrobianas y citotóxicas, con estudios que avalan su uso en el manejo de cáncer de vejiga y leucemia, y que, junto a la cantaridina, contribuye a la inhibición de fimbrias bacterianas tipo 2 y la formación de biopelículas.
En conjunto, estos componentes hacen de Ren-Heel un medicamento multiobjetivo y multicomponente, que representa una alternativa terapéutica estratégica para el manejo de infecciones urinarias recurrentes y refractarias. Permite inhibir la formación de biopelículas, ahorrar el uso de antibióticos y modular la inflamación en la red genitourinaria, adaptándose a la complejidad de los pacientes y sus diferentes redes fisiopatológicas.
El medicamento biorregulador Ren-Heel ha demostrado en mi práctica clínica diaria beneficios que van más allá del tratamiento de infecciones del tracto urinario, mostrando efectos nefroprotectores y diuréticos en pacientes con hipertensión, insuficiencia renal y problemas prostáticos. Un ejemplo representativo de su eficacia es el caso de una mujer de 56 años con infecciones urinarias recurrentes durante los últimos cinco años, con exacerbación en los dos años más recientes y un promedio de tres episodios anuales. Además, la paciente se encontraba en menopausia, con síntomas moderados según la escala de Kupperman de 25, dislipidemia leve, pérdida de masa muscular (índice de masa corporal de 18), insomnio, estrés severo y ansiedad relacionados con nuevos retos laborales.

A pesar de recibir tratamiento convencional con antibióticos, profilaxis con cefalexina, cranberry y probióticos, la paciente continuaba presentando infecciones urinarias recurrentes. Ante la persistencia del cuadro, fue remitida a medicina biorreguladora, donde se identificó una inflamación e infección crónica genitourinaria, disfunción del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal-ovárico, y una dislipidemia secundaria a la adaptación hormonal y la sarcopenia propias del climaterio.

El abordaje terapéutico se centró en la autorregulación y la recuperación integral de los ejes fisiológicos. Se implementó una dosis de choque y mantenimiento con Ren-Heel, complementada con Traumeel para modular la inflamación, Klí-Heel (Klimakt-Heel) para el manejo de los síntomas climatéricos y la regulación hormonal, y Hormeel para el soporte del tejido linfoide asociado a mucosas. Además, se enfatizó la importancia de la alimentación, la higiene del sueño, la recuperación de la masa muscular mediante el aumento de la ingesta proteica y la reducción de carbohidratos, así como el apoyo al eje ovárico (Ovarium compositum), hepático (con Hepeel compositum) y mitocondrial, considerando la alta demanda energética de los procesos infecciosos crónicos.
A los 150 días de tratamiento, la paciente presentó una notable mejoría: resolución de la infección urinaria, normalización del perfil lipídico, recuperación de la masa muscular, mejoría del insomnio y reducción del estrés a niveles fisiológicos, recupero masa muscular. Los controles de laboratorio confirmaron la negatividad del urocultivo y la ausencia de síntomas, todo ello sin necesidad de recurrir a fibratos ni a tratamientos profilácticos prolongados con antibióticos.
Ideas principales
- El tratamiento de la infección de vías urinarias (IVU) es un reto clínico frecuente y complejo, con alta incidencia y recurrencia, especialmente en mujeres.
- El enfoque terapéutico debe orientarse hacia la autorregulación del paciente, abordando tres pilares: detoxificación y corrección de deficiencias nutricionales (incluyendo el microbioma), modulación inmunológica y soporte a órganos clave, e intervención farmacológica con medicamentos biorreguladores de dosis baja, multiobjetivo y multicomponente.
- Ren-Heel es un medicamento biorregulador innovador que cumple con estos criterios y ha mostrado beneficios nefroprotectores, diuréticos y en patologías prostáticas, además de su acción en IVU.
- La función renal es central en la autorregulación sistémica, participando en la excreción, filtración, homeostasis, regulación hormonal y metabolismo.
- La fisiopatología de la IVU implica colonización bacteriana, adhesión, formación de biofilm y daño epitelial, procesos en los que Ren-Heel puede intervenir de manera beneficiosa.
- El éxito terapéutico depende de factores de riesgo individuales, tanto modificables como no modificables, y de la integridad de la membrana basal glomerular y los podocitos.
- El tracto urinario cuenta con mecanismos de defensa naturales (proteína de Tamm-Horsfall, péptidos antimicrobianos, lactoferrina, microbioma, etc.), pero los uropatógenos han desarrollado mecanismos de virulencia como adhesinas, fimbrias y biopelículas, que dificultan el tratamiento y favorecen la resistencia.
- En casos graves, el tratamiento convencional es imprescindible, pero en pacientes con buena autorregulación, la monoterapia con medicamentos biorreguladores como Ren-Heel puede ser una alternativa eficaz y menos tóxica.
- Ren-Heel integra seis componentes: Berberis vulgaris (berberina), Serenoa repens (saw palmetto), Cántaris (cantaridina), óxido de aluminio, cáustico en jane maniano y óxido de plomo, que actúan de forma sinérgica como antiinflamatorios, inmunomoduladores, nefroprotectores, diuréticos y antimicrobianos, inhibiendo la formación de biopelículas y la adhesión bacteriana.
- El uso de Ren-Heel, junto con otros medicamentos biorreguladores como Traumeel, Klí-Heel, Hormeel, Ovarium compositum y Hepeel compositum, permite un abordaje integral y personalizado, mejorando la calidad de vida y reduciendo la necesidad de antibióticos y otros fármacos convencionales.
- Un caso clínico ilustra la eficacia de este enfoque: una paciente con IVU recurrente, menopausia, dislipidemia, sarcopenia, insomnio y estrés, logró la resolución de la infección, recuperación de la masa muscular y normalización del perfil lipídico tras 150 días de tratamiento biorregulador, sin recurrir a antibióticos profilácticos ni fibratos.