Highlights 2025
Congreso Internacional
Medicina Biorreguladora de Sistemas
RED VASCULAR
Evolución Terapéutica Biorreguladora en la Disfunción Endotelial y la Salud Cardiovascular

Dr. José Morales
Médico y Cirujano Cardiovascular
En la práctica clínica, la aplicación de la medicina de bioregulación en la disfunción endotelial ha cobrado relevancia, especialmente en el contexto de programas como el ERAS (Enhanced Recovery After Surgery), promovido por la Sociedad Americana de Cirugía Cardiotorácica. Este enfoque busca optimizar las condiciones de los pacientes sometidos a cirugías mayores, como la cardiovascular, mejorando su recuperación y calidad de vida.
La experiencia clínica demuestra que, aunque las intervenciones quirúrgicas pueden ser necesarias y, en ocasiones, solo paliativas, la verdadera recuperación de la salud comienza mucho antes de la cirugía. En este sentido, la medicina de bioregulación de sistemas aporta herramientas valiosas para fortalecer las redes biológicas del paciente y evitar la interferencia en los mecanismos naturales de retroalimentación y autorregulación. Autores como Antonofsky y Naviux, en línea con las ideas de Mayron Schultz, subrayan la importancia de robustecer los sistemas biológicos y mantener la integridad de las redes fisiológicas, en lugar de centrarse únicamente en intervenciones curativas o sintomáticas. Este enfoque integrativo, que considera al paciente de manera global y promueve la resiliencia de sus sistemas, representa un avance significativo en el manejo de patologías degenerativas y en la mejora de los resultados clínicos en cirugía cardiovascular.

El enfoque actual en medicina resalta la importancia de identificar y abordar las raíces de las enfermedades crónicas degenerativas, evitando que los pacientes caigan en estados de deterioro progresivo. Aaron Antonofsky introdujo los conceptos de saludogénesis y patogénesis, destacando que la salud es el estado natural del ser humano, mientras que la enfermedad surge cuando se interrumpe la capacidad innata de autorregulación y resolución de los procesos biológicos.
La medicina biorreguladora de sistemas enfatiza la necesidad de no limitarse al tratamiento sintomático de las patologías, sino de estimular las vías naturales de resolución, como la inflamación, la proliferación y la diferenciación celular. La inflamación, correctamente gestionada, es fundamental para la recuperación de la salud y la prevención de complicaciones mayores, como la necesidad de intervenciones quirúrgicas o tratamientos farmacológicos crónicos.

El endotelio, una monocapa que recubre todos los vasos sanguíneos, es esencial para la distribución de la sangre y la vida tisular, pero está constantemente expuesto a insultos como el estrés oxidativo, la inflamación y la disfunción inmunológica. La desregulación endotelial, especialmente cuando la inflamación no se resuelve adecuadamente, es un factor clave en el desarrollo de enfermedades neurológicas, cardiovasculares y oncológicas.
La medicina biorreguladora ha aportado herramientas para comprender y tratar la inflamación de manera que se preserve la integridad endotelial y se evite el daño sistémico. Intervenciones que bloquean los procesos resolutivos pueden agravar la disfunción endotelial y favorecer la progresión de enfermedades crónicas. Por tanto, el manejo adecuado de la inflamación y la protección del glicocálix y la matriz extracelular son fundamentales para mantener la salud vascular y sistémica.
El glicocálix, una estructura de finas vellosidades que recubre el endotelio vascular y es fundamental para mantener la homeostasis de la red vascular. Su integridad depende en gran medida del flujo sanguíneo, por lo que el ejercicio físico contribuye significativamente a su preservación. Sin embargo, una vez lesionado, la capacidad de reparación del glicocálix es limitada y la farmacología alopática convencional no ofrece soluciones efectivas para su regeneración.
En este contexto, la medicina biorreguladora de sistemas, mediante el uso de fármacos como Lymphomyosot, ha mostrado potencial para favorecer la restauración de la matriz extracelular y, por ende, del glicocálix. Uno de los principales factores que afectan negativamente al endotelio es la resistencia a la insulina, la cual está en la base de la pandemia de enfermedades crónicas metabólicas. Los picos de insulina y glucosa, así como los productos de glicación avanzada, dañan la microvasculatura en diversos órganos, perpetuando un ciclo de inflamación y disfunción endotelial que no se limita a pacientes diabéticos, sino que afecta a la población general.

La inflamación crónica de bajo grado, asociada al síndrome metabólico y cardiometabólico, es un factor clave en el desarrollo de patologías degenerativas. En la práctica clínica, se observa que los tratamientos antihipertensivos convencionales no resuelven el problema de fondo, ya que no abordan la inflamación ni restauran los mecanismos de retroalimentación fisiológica, y pueden generar efectos secundarios sistémicos.
Por tanto, se destaca la necesidad de un enfoque médico más fisiológico y regenerativo, como el que propone la medicina biorreguladora de sistemas, que busca restaurar la función endotelial y la homeostasis vascular, superando las limitaciones de la farmacología tradicional centrada únicamente en el control sintomático.
La polifarmacia, común en el tratamiento de enfermedades crónicas, incrementa el riesgo de reacciones adversas y síntomas secundarios, lo que obliga a replantear el abordaje terapéutico. La medicina biorreguladora de sistemas surge como una alternativa innovadora, orientada a la regeneración y restauración de la función endotelial, en contraste con la farmacología alopática convencional, que rara vez logra curar patologías como la hipertensión o la arteriosclerosis.
La desprescripción, es decir, la reducción progresiva de medicamentos convencionales se ha convertido en un objetivo relevante, especialmente cuando se integran terapias biorreguladoras. En la práctica clínica, se observa que pacientes tratados con medicamentos biorreguladores como Coenzyme compositum y Ubichinon pueden reducir significativamente la necesidad de antihipertensivos, mejorando la salud endotelial y mitocondrial, y previniendo el acortamiento telomérico asociado a la disfunción endotelial y a enfermedades cardiovasculares y metabólicas.

Otros medicamentos destacados en la medicina biorreguladora incluyen Vertigoheel, que actúa como vasodilatador respetando las vías de retroalimentación fisiológica, y Placenta compositum, que con sus 18 componentes ha demostrado eficacia en revertir la disfunción endotelial y acelerar la recuperación en pacientes con patologías metabólicas y crónicas, sin efectos secundarios significativos.
El éxito de estos tratamientos depende también del compromiso del paciente con la higiene emocional, alimentaria, física y del sueño. Así, la medicina biorreguladora de sistemas, mediante el uso de medicamentos como Coenzyme compositum, Ubichinon, Vertigoheel y Placenta compositum, ofrece una alternativa segura y eficaz para restaurar la función endotelial y mejorar la calidad de vida, permitiendo reducir la polifarmacia y sus riesgos asociados.
Placenta compositum es un medicamento de la medicina biorreguladora de sistemas, desarrollado a partir de la materia médica homeopática y formulado en nanodosis, lo que permite actuar sobre las redes biológicas del organismo sin bloquear sus funciones naturales. A diferencia de la farmacología convencional, que utiliza dosis en gramos o miligramos, la nanofarmacología empleada en Placenta compositum se ajusta a los niveles ponderales en los que ocurren muchos procesos fisiológicos, favoreciendo así la regulación y reparación tisular.
La experiencia clínica ha demostrado la eficacia de Placenta compositum en casos complejos, como úlceras crónicas que no cicatrizan y en pacientes con complicaciones periféricas graves. Por ejemplo, en pacientes con isquemia de miembros y asistencia mecánica posquirúrgica, la administración de Placenta compositum ha contribuido a la recuperación de la microcirculación y la mejoría clínica en corto tiempo, incluso en situaciones críticas. Estos resultados respaldan el valor de la medicina biorreguladora y la homeopatía moderna, superando el estigma de placebo que históricamente ha acompañado a estos enfoques. Placenta compositum se presenta así como una herramienta terapéutica segura y eficaz, especialmente útil en el manejo de patologías crónicas y agudas donde la regeneración tisular y la restauración de la microcirculación son prioritarias.
Ideas principales
- La medicina de bioregulación ha cobrado relevancia en la disfunción endotelial, especialmente en programas como ERAS, optimizando la recuperación de pacientes sometidos a cirugías mayores.
- La verdadera recuperación de la salud cardiovascular comienza antes de la cirugía, fortaleciendo las redes biológicas y evitando la interferencia en los mecanismos de autorregulación.
- El enfoque integrativo y sistémico, basado en la saludogénesis, busca mantener la capacidad innata de autorregulación y resolución de procesos biológicos, en lugar de limitarse al tratamiento sintomático.
- La inflamación, correctamente gestionada, es clave para la recuperación y prevención de complicaciones, mientras que la desregulación endotelial favorece enfermedades neurológicas, cardiovasculares y oncológicas.
- El glicocálix es fundamental para la homeostasis vascular, pero su reparación es limitada con la farmacología convencional; la medicina biorreguladora, con medicamentos como Lymphomyosot, favorece su restauración.
- La resistencia a la insulina y la inflamación crónica de bajo grado son factores centrales en la disfunción endotelial y el desarrollo de patologías degenerativas.
- Los tratamientos antihipertensivos convencionales no resuelven la causa de fondo y pueden generar efectos secundarios, lo que resalta la necesidad de enfoques más fisiológicos y regenerativos.
- La polifarmacia incrementa el riesgo de reacciones adversas, por lo que la desprescripción y la integración de terapias biorreguladoras se vuelven objetivos relevantes.
- Medicamentos biorreguladores como Coenzyme compositum, Ubichinon, Vertigo Heel y Placenta compositum han demostrado eficacia en restaurar la función endotelial, reducir la necesidad de antihipertensivos y mejorar la microcirculación, sin efectos secundarios significativos.
- El éxito terapéutico depende también del compromiso del paciente con la higiene emocional, alimentaria, física y del sueño.
- Placenta compositum, formulado en nanodosis, actúa sobre las redes biológicas sin bloquear funciones naturales y ha mostrado eficacia en casos complejos, superando el estigma de placebo asociado a la homeopatía.
- La medicina biorreguladora y la homeopatía moderna ofrecen alternativas seguras y eficaces para la regeneración tisular y la restauración de la microcirculación en patologías crónicas y agudas.